Qué es el cañonismo?

El Cañonismo es la actividad que consiste en descender cañones, siguiendo el curso del agua siempre que sea posible, utilizando técnicas y equipos adecuados . Durante el descenso, el practicante se enfrentará a diversos obstáculos verticales y acuáticos, utilizando técnicas propias del barranquismo, así como técnicas importadas o adaptadas de la espeleología, el alpinismo y los deportes de aguas blancas. Vale destacar que no se debe confundir el barranquismo con el cascadismo, que corresponde al descenso de cascadas mediante cuerdas fijas.

Las técnicas utilizadas incluyen: rappel, escalada con cuerda y otras técnicas de progresión con cuerda, caminata por terrenos variados, trekking acuático , natación y flotación, escalada y desescalada, saltos y toboganes. También es importante conocer los movimientos del agua y saber superarlos. El practicante autónomo también debe dominar las técnicas de autorrescate y primeros auxilios, fundamentales para afrontar las incidencias que en ocasiones se producen durante la actividad, además de tener conocimientos de física, fisiología, nutrición, entre otros.

 

En cuanto a los materiales, incluyen casco, arnés, freno, mochila adecuada para el barranquismo, compartimento impermeable, material para ascenso por cuerda, ropa y calzado adecuados para el barranquismo, entre otros. La ubicación del cañón y la época del año pueden influir en la vestimenta, que generalmente corresponde a un traje de neopreno, pero también se puede corresponder a una ropa de trekking o montañismo, en el caso de barrancos secos, o a una ropa seca, en el caso de barrancos más fríos. En cuanto a los anclajes, dependen fundamentalmente de las características del cañón, especialmente del tipo de roca, y puede ser natural, mecánica o química.

Las técnicas y materiales utilizados para practicar la actividad dependen fundamentalmente de las características de los barrancos. Existen cañones acuáticos, que requieren el uso de técnicas como saltos, toboganes y técnicas de aguas blancas. Otros cañones son más verticales y requieren un buen dominio de las técnicas de rapel en cascada.

Como el curso de agua puede ser intermitente, en ocasiones, al descender el cañón, la cantidad de agua puede ser pequeña o el cañón puede estar seco. Pero el recorrido sigue siendo el que trazó el curso de agua.

En los Aparados da Serra Geral los cañones están marcados por su verticalidad, prácticamente sin barrancos acuáticos. Esto significa que técnicas como saltos y toboganes no se aplican con frecuencia, pero no elimina el conocimiento de las técnicas de aguas blancas, utilizadas en pozos y al cruzar ríos. Por lo general se utilizan trajes de neopreno, cuyo espesor depende de la época del año y de la cantidad de agua en el interior del cañón.

Historia

Las primeras incursiones en cañones con el uso de técnicas de espeleología se produjeron en Europa, especialmente en Francia y España, y se remontan a finales del siglo XIX y principios del XX. Se trataba, pues, de la exploración y descubrimiento de un nuevo entorno, sin la idea de crear una actividad autónoma. Los materiales utilizados eran todavía bastante rudimentarios, como escaleras de espeleología, embarcaciones de madera, etc.

De este período embrionario de actividad se pueden destacar los siguientes hechos, personajes y fechas: en 1888, Édouard Martel realiza el descenso del Abismo de Bramabiau, que podría compararse a un descenso de un cañón; en 1893, Armand Janet realizó el primer descenso del cañón de l’Artuby, en Verdon; entre 1903 y 1906, F. Fournier realizó las primeras observaciones de los cañones de Kakouetta, Holzarté y Olhadubie, en el País Vasco; A partir de 1904, Lucien Briet exploró los cañones del Alto Aragón y la Sierra de Guara: Val de Onsera, Vale d’ Ordesa, Rio Vero, Péonéra, Escuain, Miraval, Mascun, Gargantas de Guatizalema, Gargantas de Glocé.

Continuaron las exploraciones, llevadas a cabo especialmente por espeleólogos, hasta que, en la segunda mitad del siglo XX, comenzaron a perfilarse los primeros contornos del barranquismo como actividad autónoma.

Entre 1951 y 1968 Paul Minvielle y su hijo Pierre recorrieron un buen número de cañones: Canal del Palomo, Los Oscuros, Estréchos del Balces, Rio Vero, Le Choca, Mascun.

En los años 70 se empezaron a organizar las primeras actividades de barranquismo, dirigidas por monitores de espeleología y acompañantes de montaña, en la Sierra de Guara y los Alpes del Sur.

Este es el comienzo de una nueva actividad, que luego se extenderá por Francia, Europa y, más tarde, el mundo entero.

En 1986, la Federación Francesa de Espeleología asumió la responsabilidad del barranquismo en Francia. En 1988 se creó la Comisión de Cañón, abierta también a las Federaciones Francesas de Montaña, Escalada y Canoa-Kayak. En 1989, la Comisión de Cañón de la Federación Espeleológica Francesa organizó los primeros cursos de instructores de barranquismo. En 1990 se realizó la primera etapa de perfeccionamiento y, en 1991, la primera etapa de seguimiento de la Federación. En 1996, se creó la École Française de Descente de Canyon – EFC, encargada de formar a los practicantes de barranquismo en dos frentes: la formación individual de los practicantes y la formación del personal de la escuela. Durante este periodo, el barranquismo se convierte definitivamente en una actividad autónoma, independiente de la espeleología y de el montañismo, con materiales y técnicas propias.

En Brasil, se puede decir que el barranquismo comenzó a practicarse a finales de los años 1980 o principios de los 1990.

En 1988, en Belo Horizonte (MG), tuvo lugar el I Congreso de Espeleología de América Latina y el Caribe, en el que se presentó la “espeleología al aire libre”. En 1989, se publicó un reportaje sobre barranquismo en la Revista Geográfica Universal, quizás una de las primeras noticias sobre barranquismo en Brasil. En este período, se destaca el trabajo de equipos pioneros, como H2Omem, de São Paulo, y Canion Inc., de Rio Grande do Sul.

 

El 14 de julio de 1998 se creó la Associação Cânions da Serra Geral – ACASERGE, la primera entidad jurídica brasileña centrada en la práctica del barranquismo. En este momento, se da prioridad a la formación técnica de los miembros de la Asociación y al equipamiento de los barrancos ubicados dentro del Parque de la Serra Geral, con el fin de garantizar que el barranquismo esté incluido en el Plan de Gestión de los Parques Nacionales de los Aparados da Serra y de la Serra Geral, que estaba a punto de ser preparado. Además del Malacara, se equiparon el Cañón dos Índios, el Cañón Molha-Côco, el Cañón Corujão, la Fortaleza, el Cañón de Pedras y las Ravinas de Amigos y Espigão do Meio. En algunos de estos cañones existen varias rutas de barranquismo, como es el caso de Malacara y del Cânion dos Índios.

En noviembre de 1998 se realizó la expedición brasileño-francesa en los cañones de los Aparados da Serra Geral, integrada por miembros de ACASERGE y de la Federación Francesa de Espeleología.

En noviembre de 1999 se realizó el Curso de Preparación de Monitores, impartido por instructores de la École Française de Descente de Canyon – EFC y, en marzo de 2000, el Examen de Monitores.

En octubre de 2000, se realizó el 1er Encuentro Brasileño de Barranquismo en la Chapada dos Veadeiros (GO) y se fundó la Asociación Brasileña de Barranquismo – ABCânion.

Se pueden encontrar más detalles sobre el origen del barranquismo en Aparados da Serra Geral en el libro electrónico “Memorias do Canionismo nos Aparados da Serra: Origens” y en el documental “Memórias das Travessias de Cânions nos Aparados da Serra”

En la región de Aparados da Serra Geral, la práctica del barranquismo se inició en 1997, por iniciativa de los miembros de Canion Inc., que comenzaron a equipar el Cañón de Malacara.